Desayunar sin prisas es una de las cosas que más me gusta, un momento de relax para empezar bien el día, por eso los fines de semana me gusta hacer desayunos diferentes.
Por otro lado, me encanta probar recetas de otros países y culturas y quedarme con un poquito de aquí y otro de allá (y si puede ser probarlas en sus países de origen, mejor que mejor!). Por eso suelo coger ideas de recetas internacionales y en este caso me he inspirado en una receta rusa.
Espero que esta receta os guste tanto como a mí. Aunque estas tortitas las podéis elaborar con otro tipo de harinas, a mí me encanta el sabor que les aporta el trigo sarraceno.
¡Tomad nota!
Ingredientes (para 6-15 uds, según el tamaño):
- 100 g de harina de trigo sarraceno
- 40g de harina de trigo integral
- 200g de leche o bebida vegetal
- 20 g de levadura fresca o 1 sobre de levadura en polvo de panadería
- 1 huevo
- Opcional: Sal y pimienta
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
La elaboración es tan sencilla cómo mezclar bien todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea y dejar reposar la mezcla tapada en un bol, a ser posible durante una hora hasta que duplique su volumen.
Después solo tenemos que verter con un cazo pequeñas cantidades en una sartén pequeña antiadherente con un poquito de aceite de oliva y darle vuelta y vuelta. Es importante que no tengáis el antiadherente gastado o se os pegarán (yo tengo una sartén que solo utilizo para las tortillas y tortitas).
Están deliciosas si se comen al momento calentitas, recién sacadas de la sartén, aunque se pueden guardar y comer en otro momento.
Las podéis acompañar de el topping que más os guste: en la imagen el topping es una crema de anacardos 100% diluida en un poco de leche caliente.