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Ironías

 

📍Cuando un niño de dos años toma chuches nadie se escandaliza, cuando un niño de dos años toma pecho llama la atención “¿Tan mayor y todavía en la teta?”.

📍Cuando en el trabajo alguien se lleva fruta como tentempié se le pregunta: “¿Estás a dieta?” y sin embargo a nadie le llama la atención que el compañero se saque bollería de la máquina expendedora o en el bar.

📍Cuando una empresa de comida basura, te dice “qué es lo mejor para alimentar a tu hijo” es muy guay porque hasta te regala juguetes con la compra, y si un nutricionista te explica qué es lo mejor para alimentar a tus hijos, es un talibán.

📍Cuando un bebé puede tomar un biberón en público y no pasa nada, pero si una mamá da el pecho en público tiene que taparse o irse a una sala de lactancia porque hay quien ve algo más que un bebé comiendo.

📍Cuando te dicen: “No comas huevos que ya los comiste ayer” pero no te dicen: “No comas la magdalena o el croissant con el café que ya lo comiste ayer”.

📍Cuando si comes sano te dicen: “¡Pero si tú no necesitas adelgazar!” o “¿Por qué no le das chuches a tu hijo? ¡Si está delgado!”. (Ahora resulta que comer sano es solo una cuestión de peso y solo tienen que comer sano aquellos que tienen ya un problema…)

📍Cuando una persona está sentada tranquilamente en la terraza de un bar y se pide por ejemplo, un agua o una infusión…“¿Estás a dieta?” y sin embargo, es lo más normal del mundo pedirse una cerveza. (Nadie te preguntaría si estás enganchado al alcohol…)

📍Cuando el concepto de comida saludable para muchas personas es “verdura y plancha” o “comida de enfermos” y la considerada “comida normal” es aquella en la que no hay vegetales y abundan los procesados.

📍Cuando el raro es el niño que no le añade ColaCao (o la marca que sea) a la leche “¿Entonces qué le echas a la leche?” preguntan incrédulos y ya es un perro verde si el niño no desayuna con galletas o cereales con dibujitos. “¡Qué infancia más triste!”, te dicen.

📍Cuando te cantan los postres en un bar/restaurante, preguntas si tienen fruta porque no la nombran y algún acompañante pregunta: “¿Estás a dieta?” pero nadie te pregunta si te pides una tarta tres chocolates.

📍Cuando vemos que alguien come sano, pensamos que es porque tiene algún problema de salud (o de peso), que está enfermo y cuando alguien come mal, no le pasa nada.

📍Cuando comiendo en un restaurante o en casa de otra persona te preguntan “¿Quieres que le prepare algo para el niño?” ¿Por qué el niño tiene que comer diferente? ¿Acaso a los niños la comida de los adultos no les “alimenta” igual?

📍Cuando es socialmente mal aceptado ofrecerle a un niño café y es lo más normal del mundo verlo con una CocaCola.

📍Cuando en un restaurante el menú de adultos está formado por comida y el menú infantil por carnes procesadas, precocinados, postre dulce y refresco/zumo. (Claro, para los niños siempre lo peor).

📍Cuando se ve a un bebé comer comida sin triturar, alimentos normales y se escandaliza uno de que se va a atragantar, pero es lo más normal del mundo ofrecerles a los niños caramelos (uno de los principales alimentos causantes de atragantamiento).

📍Cuando una persona con sobrepeso adelgaza se le pregunta si está enferma, pero si engorda se le recuerda “cómo se está poniendo”.

📍Cuando los adultos intentan ganarse el cariño de los niños ofreciéndoles comida basura, en lugar de, directamente, darles cariño.

📍Cuando te ven comiendo un plátano, o dos plátanos ¡a lo loco! “¡Eso tiene mucho azúcar!” mientras se toman unas tortitas con chocolate, unas barritas Special K,unas galletas sin azúcar o un bizcocho que lleva azúcar moreno integral ecológico del Himalaya.

📍Cuando tienes en casa siempre alguna porquería porque en casa hay niños y “algo siempre le tienes que tener” o cuando tienes en casa siempre alguna porquería “por si vienen visitas”. (Claro, para los niños y las visitas, ofréceles lo peor).

📍Cuando te dicen “hay que comer de todo con moderación” y en su alimentación lo único que moderan es el consumo de frutas y verduras.

📍Cuando si un niño no tiene costumbre de tomar embutidos, te preguntan: “¿Y entonces de qué se hace el bocadillo?”. (¡Ah!
Es que los bocadillos son inherentes a la condición de niño, y los embutidos, inherentes a la condición de bocadillo…).

👉🏻Esto son tan solo ejemplos que ni he tenido que pararme a pensar. Podéis continuar la lista si queréis en los comentarios  👇🏻 👇🏻 porque seguro que en vuestro día a día os encontraréis con situaciones similares.

👉🏻La alimentación insana está totalmente normalizada, y la alimentación saludable llena de estigmas  🤔¿Cómo pretendemos llevar una vida más saludable si esta está llena de prejuicios?
¿Qué es la normalidad? ¿Lo que hace todo el mundo? ¿Lo que hace la mayoría siempre es lo correcto?

👉🏻Si queremos cambiar nuestros hábitos, es imprescindible que cambiemos primero nuestra manera de pensar. Basta de prejuicios y estigmas. Flaco favor hacen a nuestras elecciones alimentarias. Normalicemos otros patrones de conducta. No hay una única manera de alimentarse. No todos los niños comen lo mismo, ni todos los adultos comen lo mismo. No dejemos que sea la industria alimentaria la que elija nuestros patrones dietéticos y nos dejemos llevar, cual corderitos. Elijamos nuestra alimentación y la de los nuestros pensando por nosotros mismos, sin presiones sociales, con total libertad y naturalidad.

7 comentarios en «Ironías»

  1. No puedo estar más de acuerdo en todas las palabras que escribes él post, Lidia. Ojalá fuésemos concienciando al resto del planeta de lo que es sano y comida a lo que es prejudicial y comida chatarra.

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  2. Y cuando es el cumple de tu hijo de dos años, le haces una tarta exclusivamente de fruta fresca y la gente dice: “Pobre niño, ¿es que no le das chocolate ni en su cumple?
    ¡Me he sentido muy identificada con todas esas situaciones!

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  3. Qué grandes ironías de la vida! Me siento identificada con la mayoría de ellas porque en algún momento me han contestado así. En el descanso del trabajo mis compañeras siempre traen bollería de la panadería que hay cerca, en cambio yo, acudo a la máquina expendedora porque, por increíble que parezca, tienes la opción de comprarte una manzana y me miran como si viniese con una cabeza humana en la mano. Otras veces traen gominolas, galletitas y trapalladas varias y cuando me ofrecen y digo un “no, gracias” me preguntan: “pero por qué no quieres? porque engordas?” EN FIN, santa paciencia!!

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  4. Siento decir, que me he emocionado leyendo todas esas situaciones “Normales” de la vida cotidiana.
    Llevo casi toda mi vida luchando por hacer entender a los demás que lo normal ( sobretodo con los críos) no necesariamente es lo bueno y menos aún lo sano, intentando explicar que un niño/a en crecimiento, precisamente por esa condición, debemos controlar mejor su alimentación, a ellos precisamente es mucho más fácil educarlos nutricionalmente que a mí, que con los años y la mala alimentación me costará mucho sí por más reeducarme. Puesto que después de 45 años mal nutriéndome, pues cuesta horrores obligarse a hacer 5 comidas diarias, comer despacio, o implantar en tu dieta 1/3 parte de vegetales cuando en todos estos años el 100% eran proteínas.
    Una batalla dura nos espera…..!
    Solo apta para Gladiadores, en fin espero que ellos no tengan que pasar por los trances que pasamos los padres/Madres.

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  5. Es que confundimos lo normal con lo correcto. Creemos que si es normal, es correcto, y no es así. La norma es una medida estadística que mide lo más repetido. Y si: hay millones de moscas confundidas jiji .

    Mi principal lucha es con los regalos de los familiares, entre abuelos y tíos…. Y claro, siempre me dicen, con lo poco que les veo… pero claro, un poco de cada uno, más el desayuno del cole diario… Pero me siento orgullosa de el, en el colegio, sin mi presión, sigue desayunando la leche sin cacao y elige siempre tostada de pan con aceite… y azúcar!! jeje, es humano…

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  6. Cuando te miran raro por comer una zanahoria cruda en el metro, pero al/la del Bollicao ni lx miran.
    Cuando eres la única vegana y nutricionista y te miran con cara de desaprobación porque ellos saben perfectamente que comer proteínas animales es necesario aunque no te saben explicar por qué.
    Cuando creen que tienes algún problema con el peso porque tras los platos principales te sientes saciadx y no quieres postre, o prefieres no comerlo porque no entra dentro de tus principios nutricionales; mientras los demás, aunque ya no quieren más, lo comen.
    Cuando ofreces a un/x niñx a pizza para cenar, y luego le fuerzas a tomar el melón de postre.

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