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Personas mayores

Si en cualquier etapa de la vida la nutrición es un factor importante para mantener el estado de salud, sus extremos, infancia y vejez precisan una mayor atención por ser los más vulnerables. Un deficiente estado nutricional aumenta la susceptibilidad a las agresiones y disminuye su capacidad de respuesta y recuperación. Una buena nutrición durante toda la vida constituye un factor determinante en la calidad de vida que podría esperar una persona en sus últimos años.

Los cambios fisiológicos relacionados con la edad que están más relacionados con la nutrición son:

  • Disminución en la percepción por los sentidos como el gusto o el olfato
  • Pérdida de la percepción de los sabores salados
  • Problemas en la masticación de los alimentos
  • Enlentecimiento de la motilidad intestinal
  • Disminución de la absorción de algunos nutrientes
  • Cambios en la función renal…
  • A consecuencia de los cambios fisiológicos relacionados con la edad, la alimentación puede verse afectada, a veces en grado severo. De hecho, la falta de dientes o las prótesis dentarias defectuosas son una de las causas más importantes de desnutrición en personas mayores. Es ésta la razón de que se elijan alimentos “blandos” e incluso el valor nutritivo de las escasas carnes, verdura y frutas, disminuye por la larga cocción a que se las somete para que se ablanden.
  • Asimismo la menor apreciación gustativa y olfativa de los alimentos o la pérdida de la sensación “salada”, hace que muchas veces se adicione excesiva sal, lo que nunca es aconsejable y menos en la condición de hipertensión que muchos presentan, o que disminuya la ingesta alimentaria por no apreciar la riqueza de sabores y aromas.
  • Las personas de edad avanzada tienen necesidades específicas, tanto médicas como nutricionales, necesidades que deben estar garantizadas en todo momento.

La amplia variedad interpersonal en las personas mayores en cuanto a estados de salud, patologías subyacentes, tratamientos farmacológicos que recibe, grado de autonomía, ejercicio físico y hábitos de consumo alimentario hace necesario establecer pautas individualizadas.